Es un cóctel clásico para disfrutar en un día caluroso o una noche de verano y su sabor dulce y refrescante lo convierte en una bebida popular en todo el mundo.
Este whisky es envejecido en barricas de roble durante un mínimo de 12 años, lo que le da un sabor distintivo con notas de caramelo, vainilla y frutos secos.